Sala de Género «Marilú Brajer»

8 de marzo de 2023

Históricamente la mujer ha tenido un rol evolutivo y trascendental en la toma de decisiones, esferas de liderazgo y la política. Las luchas por conseguir la igualdad, el generar espacios donde la mujer pueda participar activamente en instancias de liderazgo, el derecho al voto son solo algunas de las razones por las cuales las mujeres hemos tenido que trabajar para ganar un espacio en la sociedad. Aunque hoy día las mujeres contamos con el derecho al voto investigaciones revelan que las mujeres que llegaron a la edad adulta antes de que se reconociera el derecho al voto femenino continúan teniendo una participación electoral inferior a los hombres de la misma generación. Otro factor que influye en que la mujer participe de los procesos eleccionarios lo son la variación en las características sociales. Habitualmente, las mujeres con más escolaridad y mejor nivel socio económico son quienes participan en la política. Esto atado a la doble responsabilidad impuesta por la sociedad donde se cree que la mujer debe ser cuidadora, esposa, madre… confirmando el dicho popular de la mujer para la cocina y el hombre para el trabajo.

Hoy día la mujer goza del derecho al voto y en la mayoría de los países puede participar activamente de la política, desempeñando funciones de Consultoras Políticas, Jefas de Estado, Presidentas de Parlamento, Gobernadoras, Alcaldesas, entre muchas otras. Pero al revisar los datos nos encontramos con que en la actualidad continúan las desigualdades entre hombres y mujeres dentro de la política. Según la Organización para las Naciones Unidas (ONU) al ritmo actual, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión no se logrará por otros 130 años. Ante esta realidad hoy 8M 2023, debemos reflexionar y analizar los retos que enfrentan las mujeres dentro de la consultoría política para juntos romper los techos de cristal.

El primer reto que enfrentan las mujeres consultoras lo es romper con los mitos y impuestos por la sociedad sobre el liderato de la mujer. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia la (UNICEF) son muchos los mitos que rodean a la mujer en la política. Estos mitos están basados en suposiciones poco realistas los cuales contribuyen con frecuencia a perpetuar los estereotipos y la discriminación. Uno de estos estereotipos lo es decir que las mujeres no sirven para los trabajos o habilidades “duras”. Un estudio realizado por la Unión Interparlamentaria en 2005 encontró que una tercera parte de los trabajos ministeriales desempeñados por mujeres recaía en esferas relacionadas con la familia, la infancia, la juventud y los asuntos sociales, o relacionados con la mujer y la educación. Un reducido 1.5% y el 1% realizaban trabajos duros en temas de economía y defensa respectivamente. Las mujeres se ocuparán más de la población femenina e infantil es otro mito que nos separa de la realidad. El hecho de que la persona a cargo de la legislación sea una mujer no significa que promueva leyes que antepongan los intereses de las mujeres y las familias. Las mujeres en la política al igual que los hombres se deben a un electorado con diversas ideologías y formas de pensar. En la consultoría política trabajamos para quien nos contrate, sin importar el género.

En la lucha por la igualdad y oportunidades para las consultoras políticas también nos encontramos con muchos estereotipos con los que se tienen que lidiar a diario tales como: Las mujeres son sensibles y no usan la razón sino la intuición, no saben controlar sus emociones, son ante todo madres y deben sacrificarse por los demás, son naturalmente aptas para cuidar a otros, son sumisas y delicadas, son débiles y dependientes de los hombres, no son ambiciosas, esta característica se ve solo en los hombres, son modestas y no les interesa tener puestos de liderazgo. Al escuchar comentarios como estos es donde reafirmamos la importancia de tener piel de elefante o como le llamarían en otros países el cuero duro. Es necesario entender que estos adjetivos son más que estereotipos y no una verdad absoluta del femenino.

El tercer reto que enfrentan las mujeres consultoras políticas lo es el manejo efectivo del tiempo. Ante la sociedad las mujeres son responsables del hogar, siendo esto un estereotipo que permea en nuestros países. Esto hace las cargas laborales mucho más pesadas para la mujer que para los hombres. Estudios realizados por UNICEF en Estados Unidos indican que conforme las responsabilidades de la mujer en las tareas domésticas disminuyen o aumentan su interés por participar de la política. Cuando el peso total de las tareas del hogar y el cuidado de sus hijos recae en la mujer, menos tiempo y energía le queda para involucrarse en la vida política. La consultora política al igual que los consultores tienen el total derecho a decidir el tiempo que le dedicarán a su trabajo y a la familia. El apoyo de la pareja, familiares o redes de apoyo es de vital importancia para el éxito de la consultora política.

Son varios los retos que enfrentamos las mujeres dentro de la consultoría política. Sin embargo es a través del autoconocimiento, el empoderamiento, la construcción y deconstrucción diaria, la educación y profesionalización donde lograremos avanzar juntas en este caminar. La educación y el empoderamiento de la mujer es de vital importancia para aumentar la participación activa de las féminas en la política. El empoderamiento se define como el proceso por el cual las mujeres incrementan su capacidad de configurar sus propias vidas y su entorno, es una evolución en la toma de conciencia sobre sí mismas, su estatus y en su eficacia en las interacciones sociales. Mujeres empoderadas redundan en la transformación social con igualdad entre hombres y mujeres. El empoderamiento de la mujer se manifiesta en el sentido de seguridad y visión de futuro, en la capacidad de actuar eficazmente en la esfera pública, mayor poder en la toma de decisiones en y fuera del hogar, mayor participación y visibilidad en la comunidad y la capacidad para ganarse la vida de forma independiente.